Líbrame de los que me son ocultos. Preserva a tu
siervo de las malas soberbias, que no se enseñoreen de mí.
Entonces seré íntegro y estaré libre de gran rebelión"
Sl. 19.12-13
CUANDO EL HOMBRE DESCUBRE SU PECADO,
DIOS LO CUBRE.
CUANDO EL HOMBRE TAPA SU PECADO,
DIOS LO DESTAPA.
CUANDO EL HOMBRE CONFIESA SU PECADO,
DIOS LO PERDONA
San Agustín