viernes, 21 de octubre de 2011

"¿Quién puede discernir sus propios errores?

Líbrame de los que me son ocultos. Preserva a tu

siervo de las malas soberbias, que no se enseñoreen de mí.

Entonces seré íntegro y estaré libre de gran rebelión"

Sl. 19.12-13


CUANDO EL HOMBRE DESCUBRE SU PECADO,

DIOS LO CUBRE.

CUANDO EL HOMBRE TAPA SU PECADO,

DIOS LO DESTAPA.

CUANDO EL HOMBRE CONFIESA SU PECADO,

DIOS LO PERDONA


San Agustín